IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Clásico, pero con mucha tecnología
La calidad del acabado y de los materiales del interior de un Mercedes-Benz casi nunca falla y en este caso no es ninguna excepción, derrochando elegancia en cada esquina – aunque el diseño de los elementos contiene curvas por casi todos los lados. En la consola central se puede ver el teclado alfanumérico que le delata como un restyling de un modelo de años anteriores más que de un coche 100% renovado, puesto que la mayoría de Mercedes-Benz más modernos no lo llevan.
Como ocurre también en el SLC, la pantalla táctil está situada dentro de la consola central en lugar de estar apoyada sobre la parte superior del salpicadero, como si fuera una tablet. En comparación con el SLC, en el SL está puesta algo más arriba. El sistema de infoentretenimiento ha sido actualizado y el habitáculo está bien resguardado del viento cuando se despliega el techo metálico para disfrutar de las bondades de un buen descapotable.
Dado que es un descapotable biplaza es evidente que sólo hay espacio para dos personas en el SL, con un espacio bastante normal para el tamaño que tiene el coche – por tanto, mayor que en el SLC, que ya de por sí tenía el hueco suficiente para dos personas. Gracias a la calidad de los asientos es cómodo hacer viajes dentro del SL por largos que sean.
Dentro de las berlinas de lujo el SL es el más corto del mercado actual, por lo que sus 356 litros cúbicos se ven superados por otros modelos (más aún siendo un descapotable, pues el hueco de guardar el techo resta espacio al maletero). El coche al que más se le acerca es el Aston Martin Vanquish con sus 368 litros, además de superar los 317 litros del Aston Martin Rapide S. Por lo demás, el resto de berlinas de lujo se sitúan por encima de los 500 litros.