Sofisticado y lujoso
No es nada raro (de hecho, raro sería lo contrario) ver materiales de calidad y un diseño elegante y lujoso en el interior de un Mercedes-Benz, por lo que el GLS tiene el sello de calidad de la casa de Stuttgart en ese sentido. La madera en el salpicadero y el cuero en los asientos presentan un aspecto impecable, combinándolos con otros materiales además de un cuadro de mandos ordenado en el que toda la información se puede leer con facilidad.
Como en casi todos los modelos actuales de Mercedes-Benz, la pantalla táctil se despliega por encima de la consola central, pero en este caso no sobresale del resto del salpicadero sino que da la sensación de estar apoyado sobre él. Como también ocurre en el GLE, el Mercedes GLS cuenta con un mando llamado Dynamic Select Controller, una pequeña rueda que permite escoger el modo de conducción que se desea tener, adaptando las suspensiones, la dirección y otros elementos.
El GLS cuenta con 680 litros cúbicos en su maletero, una de las cifras de mayor tamaño en su segmento. Eso sí, a cambio de tener espacio de sobra para sus pasajeros se ve superado por otros rivales directos como el Audi Q7 con sus 890 litros (aunque con 7 plazas los dos tienen 295 litros), o el Tesla Model X (unos abismales 2.180 litros), aunque supera a los 580 litros del Maserati Levante.