Espartano
El interior del MX-5 realza la idea de Colin Chapman (fundador de la marca Lotus) de que un buen coche deportivo ha de ser ligero: el Mazda busca sobre todo la ligereza en sus elementos y huye de lujos innecesarios o materiales que puedan entorpecer el coche. Es, por tanto, una fórmula distinta a la que ha seguido Fiat con el nuevo 124.
El navegador es opcional (se encuentra en la pantalla táctil que se sitúa por encima de la consola central, a la altura del cuadro de mandos) y no viene en el modelo más básico, pero funciona de una manera muy intuitiva y todo, en general, está construido de manera que se encuentra en el lugar idóneo, todo donde debería estar. En definitiva, el MX-5 2018 está bastante mejor conseguido que sus generaciones anteriores, siendo más cómodo de utilizar antes de ponerse a conducir como tal.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que se trata de un coche biplaza, por lo que una fila de asientos trasera es algo que ni hay que mencionar en el MX-5. Los que se sienten en las dos plazas delanteras del MX-5 tendrán más espacio del que cabría esperar a primera vista. Ahora bien, el habitáculo espartano no está pensado para personas muy altas: el medio Kilómetro 77 comenta que las personas que superen el 1,83 de altura podrían chocar con el techo cuando no esté la capota plegada.
Siendo un deportivo con unas dimensiones tan reducidas y contenidas para ser un conjunto ligero, es lógico esperar un espacio de maletero reducido: en concreto son 130 litros. Salvo el Alfa Romeo 4C, todos sus rivales cuentan con un maletero de mayor tamaño, algo lógico dado que se trata de vehículos de mayor tamaño. Lo que sí sorprende del maletero de este MX-5 es que es más profundo de lo que parece a simple vista.