El SUV compacto más funcional de Mercedes-Benz
El Mercedes-Benz GLB es un nuevo SUV en la gama de la marca, que se sitúa entre el GLA y el GLC, aunque más cerca de éste. Mide 4,63 metros de largo y, por tamaño y características, es una alternativa al Land Rover Discovery Sport, el Honda CR-V, el Volkswagen Tiguan Allspace o el Peugeot 5008. Otros modelos como el Audi Q3 y el BMW X1 no pueden tener siete plazas.
Estéticamente, el Mercedes-Benz GLB se caracteriza por un diseño más cuadrado y robusto, que da la sensación de ser más todoterreno que sus hermanos de gama. El frontal luce la clásica parrilla de la marca, con una o dos lamas horizontales, según el acabado, y la estrella en el centro, y unos faros LED muy cuadrados. La vista lateral presenta un pilar A muy vertical, un techo alto y recto y un portón muy vertical, al puro estilo de los todoterrenos clásicos. Tampoco faltan las protecciones de plásticos en los bajos y los pasos de rueda. Atrás, encontramos unas ópticas horizontales LED, en dos secciones, y un paragolpes con una moldura cromada.
El interior del todoterreno de Mercedes-Benz muestra todo el lujo y equipamiento tecnológico de la marca alemana. Es un habitáculo reconocible, con el salpicadero gobernado por la doble pantalla táctil para la instrumentación y el sistema multimedia MBUX, si bien, cuenta con rasgos propios de los todoterrenos, como una moldura a modo de asidero en el lado del pasajero y robustos tiradores para cerrar las puertas. La sensación de espacio es buena, sobre todo en altura para la cabeza, y puede albergar hasta siete pasajeros. El maletero anuncia una capacidad de 570 litros.
La oferta mecánica del nuevo Mercedes-Benz GLB está compuesta por cinco opciones, dos diésel y tres de gasolina, con potencias que oscilan entre los 150 y 306 caballos. Casi todas las versiones llevan tracción a las cuatro ruedas, mientras que el cambio automático de doble embrague es de serie en todos los casos.