La berlina coupé por excelencia
Mercedes-Benz inventó el concepto de coche coupé de cuatro puertas en 2004, con la primera generación del Mercedes-Benz CLS. Catorce años después, tenemos la tercera generación de una berlina que ha sido imitada por otras marcas. Mide 4’94 metros de longitud y sus principales rivales son el Audi A7 Sportback, el BMW Serie 6 Gran Coupe y el Porsche Panamera.
El diseño del Mercedes-Benz CLS conserve las líneas curvas y la silueta coupé de la primera generación, que vio la luz en 2004. Tiene un gran capó alargado, unos trazos limpios, una línea de cintura elevada y un techo bajo con una caída pronunciada en la parte trasera. El frontal inaugura el nuevo diseño para los modelos deportivos de Mercedes-Benz. Unos faros que parten de dentro hacia afuera, muy afilados, y una nueva parrilla con la estrella muy grande. En la zaga, tiene unas ópticas más horizontales con iluminación LED tridimensional y un difusor con doble salida de escape.
En el interior del Mercedes-Benz CLS encontramos un elemento ya habitual en los últimos modelos de la marca de Stuttgart, la doble pantalla digital de 12’3 pulgadas en el salpicadero. Una es de serie, la del sistema de información y entretenimiento, mientras que la que se corresponde con la instrumentación, es opcional. También se aprecia un diseño del habitáculo similar al ya visto en el Clase S y Clase E, en el que destaca una calidad de acabados excelente.
El Mercedes-Benz CLS 2018 puede estar equipado con un motor de gasolina y otro diésel, ambos de 6 cilindros en línea, acompañado de una tracción total 4Matic y cambio automático, si bien, más adelante la gama se irá completando con versiones menos potentes y de 4 cilindros. También habrá una versión más deportiva firmada por AMG, con 435 caballos.