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Más potencia y una marcha más refinada, con menos ruido
Aunque sea un todoterreno y no un vehículo de altas prestaciones (algo a lo que Kia al fin se va a atrever con el Stinger) el Kia Sportage ha avanzado de manera notable en este apartado para acercarse a sus rivales y volverse aún más competitivo en el mercado. Gran parte de estos avances provienen de la dirección, que es asistida de manera electrónica como todos sus rivales, pero el motor ha pasado de estar en la columna a estar junto al piñón, lo que hace que sea más directa y de un feeling más agradable.
La suspensión – configuración McPherson en el eje delantero y multibrazo en el trasero – es mucho más refinada que en el modelo anterior, lo que da lugar también a un balanceo de la carrocería muy contenido (existe, pero es algo lógico teniendo en cuenta que es un SUV). El problema principal es que de hecho es tan rígida que en ciudad puede resultar molesto, algo curioso dado que en la generación anterior era el caso contrario.
En el caso de la caja de cambios, la automática funciona de manera suave y refinada, si bien el inconveniente es que solo está disponible con los motores más potentes (y por tanto los más costosos) con el acabado GT Line. La automática de seis marchas es para el diesel 2.0 CRDi de 185 caballos mientras que la de siete DCT es para el 1.6 T-GDI de 177 caballos.
Al igual que la carrocería – que ahora aísla más el ruido para hacer más cómoda la marca en carretera – los motores son menos ruidosos en general. El Kia Sportage cuenta con dos motores gasolina, uno atmosférico y otro turbo (compartido con algunos modelos de Hyundai) mientras que los dos diesel disponibles son el 1.7 que ya estaba en el Sportage anterior y un 2.0 con dos niveles de potencia.
El motor más básico del Kia Sportage es el 1.6 GDI de 132 caballos, sólo disponible con caja de cambios manual de seis velocidades y tracción delantera. El otro motor gasolina es el 1.6 T-GDI de 177 caballos, disponible sólo en el acabado GT Line y con tracción a las cuatro ruedas. Puede llevar tanto una caja de cambios manual de seis velocidades como el cambio automático DCT con siete marchas.
El 1.7 CRDi que estaba en la tercera generación del Sportage continúa en esta como el diesel más básico, extendiéndose a lo largo de la gama con sus 116 caballos. Por su parte, el 2.0 CRDi puede tener tanto 136 como 185 caballos, aunque en este caso también se restringe a la versión GT Line. El diesel de 185 caballos también se puede configurar a una caja de cambios automática de seis marchas.