Por segunda generación consecutiva (desde que se implantó el sistema actual) el Kia Sportage ha logrado la gesta de conseguir la valoración de 5 estrellas en el test Euro NCAP. De hecho, en el año en el que se hizo el test (2015, puesto que entró en el mercado en marzo de 2016) fue el segundo mejor de su clase, por delante del Mercedes-Benz Clase GLC, el Hyundai Tucson, el Renault Kadjar y sólo por detrás del BMW X1, un vehículo con un precio bastante mayor.
En la categoría de protección a pasajeros adultos consigue un 90% (también la segunda mejor, en este caso por detrás del 95% del GLC) mientras que en protección a pasajeros infantiles alcanza un 83%. Sus puntuaciones más reducidas son en equipamiento de seguridad con un 71% y la protección a peatones con un 66%. Aquí es donde sale perdiendo, pues es el SUV con menor puntuación en este apartado y el único que no llega a un 70% debido a la posición de la base del parabrisas.
Como en muchos coches actuales del mercado, el Sportage viene con sistema de asistencia de frenada de emergencia, activándose los frenos si la cámara frontal detecta un obstáculo (sea un coche o un peatón, por ejemplo) para mitigar o evitar por completo el accidente. También cuenta con detección de ángulo muerto y varios sistemas de seguridad pasiva, como seis airbags.