Espacioso delante y detrás
Dentro del Kia Sportage, la esética es acorde a lo que se ve por fuera, aunque la agresividad del frontal se cambia por curvas en un salpicadero que tampoco es extraordinario en ningún sentido. El único gran problema que se le podría achacar a Kia es haber utilizado mucho plástico en la fabricación del habitáculo, dándole una sensación de coche barato frente a rivales que cada vez son más sofisticados. Por lo demás, es un interior que no defrauda en absoluto.
Cuenta con varios aparatos interesantes como pueden ser el sistema de recarga de móviles sin cable, cámara de aparcamiento trasera, sistema de apertura sin llave y faros delanteros bixenón tal como cuenta el medio Kilómetro 77. También puede llevar una pantalla táctil multicolor que puede ser tanto de 7 como de 8 pulgadas, además de varios sistemas de seguridad activa.
En el Kia Sportage ocurre una cosa bastante curiosa, pues a pesar de estar en la zona media de los SUV compactos cuenta con una de las fila de asientos trasera más espaciosas de su segmento, sólo por detrás del SEAT Ateca o del Nissan Qashqai según el medio Top Gear. Ahora bien, aunque es también de los más anchos (con 1.855 milímetros de anchura está sólo por detrás del Renault Scénic) el espacio para los hombros podría dar problemas en la práctica.
El Sportage cuenta con 503 litros en el maletero, una cifra acorde con respecto a sus rivales teniendo en cuenta sus dimensiones generales. Es cierto que varios rivales directos le superan, como el Hyundai Tucson con 513 litros, el Volkswagen Tiguan con 615 litros o el Peugeot 3008 con 520 litros, pero a su vez se coloca por encima de otros como el Renault Kadjar (472 litros) o el Ford Kuga con 456 litros. El Mazda CX-3, en comparación, tiene el mismo espacio en el maletero.