Los motores no cambian apenas más allá de una mayor potencia en el bloque diésel más tope de gama con 141 CV. Se trata de motores eficientes y dinámicos a partes iguales, aunque se echa de menos alguna especificación más para terminar de tener una oferta amplia y equilibrada, sobre todo en lo que respecta a la variante de gasolina. Al volante es un coche firme pero noble, con el que puedes divertirte pese a su gran peso y al hecho de que no es un coche que te invite a hacer travesuras. Todo ello en un conjunto con una de las relaciones calidad-precio más fuertes del mercado y siempre amparado por los siete años de garantía presentes en la gama Kia.