Amplio y de calidad correcta
El interior del Jeep Compass presenta una disposición ordenada de los diferentes elementos y botones. El salpicadero es uniforme, sencillo, con la pantalla del sistema multimedia Uconnect al centro, que puede ser de 5, 7 u 8’4 pulgadas, según el nivel de equipamiento. La pantalla es táctil, ofrece una buena resolución y permite controlar diferentes funciones del vehículo, como el equipo de audio, navegador, si tiene, o el funcionamiento del sistema de tracción. También es compatible con Apple Car Play y Android Auto. Debajo de la pantalla se sitúan los controles de la climatización y de otras funciones básicas.
El volante tiene un tacto agradable y presenta un diseño que guarda mucho parecido con los del Fiat 500X y Fiat 500L. El puesto de conducción es elevado, como es habitual en un SUV y permite un buen dominio de la carretera. En el cuadro de instrumentos hay otra pantalla TFT de 7 pulgadas que permite controlar información relativa al vehículo. En líneas generales, la sensación de calidad de correcta, hay plásticos más agradables a la vista en la zona superior del salpicadero y otros más rígidos y de aspecto más pobre en la zona inferior.
La habitabilidad es bastante buena en el Jeep Compass, especialmente en las plazas traseras. Delante, el espacio es bueno para personas altas. La fila posterior ofrece buen espacio tanto para las piernas como para la cabeza y anchura de hombros. Además, la plaza central es relativamente cómoda, al no tener un túnel central muy invasivo, pero el respaldo es estrecho. Como dato negativo, los asientos posteriores no se pueden deslizar ni tampoco los respaldos se pueden inclinar, lo que le resta modularidad.
El espacio para el maletero no es de los mejores en su categoría. Dispone de 438 litros de capacidad, por debajo de varios de sus rivales que se acercan y superan los 500 litros. Además, tiene unas formas poco regulares que impiden aprovechar mejor el espacio.