Mecánicas potentes para el Cherokee
Normalmente, los SUV son vehículos con una apariencia de todoterreno, pero que están concebidos, principalmente, para circular por ciudad y autovías, de una forma muy confortable, pero limitados fuera del asfalto. El Cherokee no es así. Jeep cuenta con una larga tradición en la producción de todoterrenos y ha querido plasmar esa dilatada trayectoria en este SUV mediano. Y lo ha hecho ofreciendo un vehículo con el que se puede viajar cómodamente por autovías y carreteras rápidas, con unas suspensiones que tiran a blandas y que permiten absorber perfectamente todas las irregularidades del firme.
A su vez, estos amortiguadores son capaces de sujetar correctamente la carrocería a la hora de afrontar tramos revirados de carreteras secundarias. Los balanceos y las inercias de la carrocería se dejan sentir, pero mucho menos de lo que cabría esperar en un coche de 4’62 metros y más de 1.800 kilos. En cualquier caso, no es un coche con el que realizar una conducción dinámica.
En asfalto, recuerda ligeramente a una berlina. Pero cuando salimos fuera, el Cherokee se transforma en un buen todoterreno, gracias a la electrónica. La versión básica es con tracción delantera, por tanto, está más limitada ara hacer una conducción Off Road. El resto dispone de tracción integral, que funciona mediante un embrague acoplado junto al diferencial trasero. Según la versión, puede tener control de descensos, que mantiene una velocidad constante entre 9 y 1 km/h, el sistema Select Speed, que actúa manteniendo la velocidad constante en el mismo rango que el control de descensos, pero para superar obstáculos y el Select Terrain, que actúa sobre el control de tracción, adaptándolo a la superficie del terreno.
La versión que está más preparada para una conducción Off Road es la llamada Trailhawk y es la única que puede equipar reductora, además del cambio automático de nueve relaciones ZF. Este cambio es el mismo que tiene el Range Rover Evoque y tiene un funcionamiento muy bueno y suave, aunque la novena marcha, difícilmente llega a engranarse a las velocidades legales de España. También hay un cambio manual de seis relaciones para las versiones de acceso a la gama.
La oferta de motores en el Jeep Cherokee es reducida, ya que cuenta sólo con tres opciones diésel y una en gasolina, pero ofrecen un rango de potencias correcto, entre 140 y 271 caballos. Esta última corresponde al motor de gasolina y que únicamente está presente con el acabado Trailhawk. La tracción puede ser delantera o a las cuatro ruedas y el cambio manual de seis velocidades o automático ZF de nueve relaciones.
Sólo hay un motor de gasolina, un 3.2 V6 atmosférico con 271 caballos y un par de 315 Nm a 4.300 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 8’4 segundos y declara un consumo medio de 9’6 litros.
La gama diésel la componen el 2.0 de 140 caballos, que mueve al Cherokee de 0 a 100 km/h en 10’9 segundos y homologa 5’3 litros de consumo mixto. Por otro lado, hay un 2.2 con 185 y 200 caballos. El primero alcanza los 100 km/h en 8’8 segundos y su consumo medio oficial es de 5’7 litros. El más potente, logra un 0 a 100km/h en 8’5 segundos y un consumo medio de 5’7 litros.