Herencia japonesa y alemana
El Infiniti Q50 es uno de los coches más modernos que se pueden encontrar dentro del mercado de berlinas en toda Europa, habiendo aparecido por primera vez en nuestros concesionarios a finales de 2013. Esta berlina de grandes dimensiones entra dentro del grupo de coches de lujo o coches de ejecutivos, por lo que entra en un campo bastante Premium con rivales como el BMW Serie 3 Gran Turismo, el Lexus GS, el Opel Insignia Grand Sport o el Mercedes-Benz Clase E.
El Q50 es un legado de lo que una vez fue uno de los coches más simbólicos de Nissan y quizás de todos los coches, japoneses y a nivel mundial: el Nissan Skyline. Tras el mítico R34 se convirtió en un sedán más convencional (dejando el aspecto de altas prestaciones al GT-R) y en la última década el Skyline V35 y V37 se ha convertido en lo que hoy día se llama Infiniti Q50. De hecho, en Japón se le sigue llamando Skyline, como recuerdo al mito de Nissan.
Este Q50 porta en su frontal el diseño curvilíneo de los Infiniti actuales con unos faros modernos y afilados y una parrilla frontal rectangular, pero con los laterales horizontales curvados para darle una forma más dinámica. Esta curva conecta la parrilla con el capó así como con el parachoques de manera muy continua, a la vez que esa curva prosigue hasta el pilar A y hasta el techo. También se ven formas curvadas en el lateral y en cada una de sus cuatro puertas.
Lejos de los cuatro faros redondos de los Skyline de antaño, el Q50 cuenta con dos faros horizontales en forma de lágrima que se extienden hasta el lateral acompañando incluso a la apertura del maletero. En general se trata de unas líneas que dan lugar a un exterior elegante, puesto que se dirige a un público que busca un coche con estilo y, además, casi todos sus rivales son modelos de alta gama.