IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
El novato que aspira a triunfar
Como parte del programa 'One Ford', en Europa es posible encontrar por sus carreteras y concesionarios coches como el Ford Edge, un SUV compacto traído directamente de Estados Unidos para ser el tope de gama de la firma del óvalo en el segmento de los todocaminos. Utilizando la misma plataforma que el nuevo Ford Mondeo y el Ford S-Max, el Ford Edge se sitúa por encima del Ford Kuga y el Ford EcoSport. Los principales rivales del Ford Edge en un principio son los SUV con nichos más lógicos del mercado, tales como el Kia Sorento, el Hyundai Santa Fe e incluso el Volkswagen Tiguan. Sin embargo, el gigante norteamericano ha dotado al Edge de un equipamiento profundamente vanguardista que le hace aspirar a la otra mitad del pastel, el de los SUV más equipados, una liga compuesta por los Audi Q5, el BMW X5 o el Mercedes-Benz GLE.
Pese a que su carácter se ha modificado con el objetivo de conquistar los corazones europeos, el diseño del Ford Edge no niega sus raíces 'yanquis', y quizás por este motivo su presencia deportiva resulta tan llamativa. Una parrilla hexagonal que enlaza con unos imponentes faros LED presididos por el logo de Ford en gran tamaño son una demostración inequívoca de la apuesta que realiza la marca para conquistar el hemisferio del cerebro humano menos racional. El ADN deportivo también se desprende en la parte trasera, gracias a los embellecedores de los escapes y a su afilado spoiler.
En definitiva, un coche que cautiva con su mordiente mirada y agresivos acabados. Una sensación que seguramente es difícil de encontrar en sus adversarios menos premium, y es que la primera versión del Ford Edge para Europa no oculta en ningún momento sus intenciones, que no son otras que ponerse a la altura de los mejores de su clase. Estos son sus argumentos.