Buen equipamiento de serie
El Ford Edge ha obtenido cinco estrellas en su test de seguridad Euro NCAP. La mejor valoración viene en el apartado 'Safety Assist', donde recibió una calificación de 89 sobre 100. Por su parte, la protección para el pasajero adulto es de un 85%, mientras que en el caso de los pasajeros infantiles, la valoración es de 76%. Unas buenas calificaciones para un coche que seguramente aumente su nivel de seguridad cuando actualice la primera versión.
Como equipamiento de serie, el Ford Edge dispone de tecnologías de seguridad como el asistente de colisión con frenado de emergencia, cambio automático de luces, airbag de rodilla para el conductor, sistema de mantenimiento de carril o cámara trasera para asistir durante el estacionamiento. Otras ayudas tecnológicas de las que dispone el Edge son el sistema de aparcamiento semi-automático en línea y en batería, detección de vehículos en el ángulo muerto y el limitador de velocidad adaptativo -el coche ajusta la velocidad en función de la información que obtienen de los sensores instalados en el vehículo-.
Para muchos, el Ford Edge es uno de esos coches SUV que pone al alcance de sus usuarios un sinfín de posibilidades incluso desde los escalones más bajos y eso lo vemos en su equipamiento. Es cierto que si quieres acceder al propulsor de 210 CV, tienes que hacerlo adquiriendo como mínimo el acabado Titanium. Las diferencias más apreciables se encuentran entre la primera y la segunda opción de equipamiento. A partir de ahí no se distinguen cambios radicales, aunque todo está sujeto siempre a la subjetividad de cada consumidor y lo que busque en un coche de este segmento.
El acabado más accesible del Ford Edge solamente está asociado al motor de 180 CV. Viene con llantas de 18 pulgadas, faros antiniebla, climatizador automático, navegador con pantalla táctil de 8 pulgadas, USB, Bluetooth y el sistema Ford Sync 2. Bastantes cosas para tratarse de la opción más económica y, a priori, menos completa de toda la gama.
A diferencia del Trend entran en acción las llantas de 19 pulgadas, asientos y volante calefactables, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, instrumentación con sistema TFT y una tapicería mixta tela/piel. En el exterior comenzamos a ver la presencia de elementos cromados.
La versión Sport no tiene demasiadas diferencias con respecto a la Titanium, aunque sí pone en valor las cualidades deportivas de este SUV. Esto se consigue a través las llantas de 20 pulgadas de color negro que imitan la misma tonalidad que la parrilla frontal, tapizados específicos, elementos decorativos de corte deportivo y un sistema de navegación firmado por Sony con acceso a Internet. Como sistema de ayuda a la conducción destaca la cámara de visión trasera.
Se trata del paquete más exclusivo y tiene el mismo cometido que otras versiones Vignale de Ford. En el caso del Edge se diferencia por una pintura metalizada especial, parrilla frontal en cromado negro, barras de techo con toques metálicos y cristales sobretintados. Dentro del habitáculo deslumbra una tapicería en piel cuyo material también está presente en algunos elementos del salpicadero y en los paneles de las puertas.