Exquisito para la ciudad
En este tipo de coches, el diseño juega una pieza fundamental y, en el caso del Peugeot 108, puede decirse que el resultado es bastante atractivo. En el frontal, conserva la parrilla y los grupos ópticos de sus hermanos mayores como el 2008 y el 308, aunque con un tamaño menor, que le dan una mirada agresiva. El paragolpes puede incluir cromados que le dan un toque elegante. La parte posterior resulta más vistosa, beneficiada por unos pilotos muy grandes, en los que llaman la atención la firma luminosa con las tres garras que tanto caracterizan a los modelos del fabricante francés. Otro recurso estético es la luneta trasera que se prolonga hasta el paragolpes y provoca la sensación de ser un coche más grande.
El interior del 108 es sencillo y simple, pero a la vez, práctico. El habitáculo está envuelto en plásticos rígidos, como es normal en esta categoría, pero la sensación de calidad que transmite no es mala. A eso ayuda la posibilidad de elegir el interior con dos tonalidades de colores que siempre aportan un aspecto más agradable. Las plazas delanteras son cómodas y dos personas altas pueden viajar sin problemas. En cambio, las plazas traseras son más reducidas, aunque están en la media del segmento.
El 108 está disponible con carrocería de 3 o 5 puertas y con techo normal o con una lona retráctil eléctricamente con el acabado Allure, el más alto de la gama. Por su parte, la oferta de motores la componen dos bloques de gasolina de 3 cilindros con un empuje suficiente para con soltura mover al utilitario francés en núcleos urbanos. La conducción es suave, aunque el cambio es especialmente lento en la versión automática de cinco velocidades.