Un buque insignia en todo su esplendor
El Bentley Mulsanne constituye uno de los coches más lujosos que uno puede comprar en la actualidad, incluso dentro del sector de coches de lujo. El Mulsanne, reconocible a primera vista por su silueta señorial, es uno de los cuatro modelos que tiene Bentley en su gama actual. Es además la berlina de lujo más larga que se puede encontrar en un concesionario de coches nuevos, por delante del Audi A8, el Maserati Quattroporte y otra creación de Bentley, el Flying Spur.
Sus formas exteriores no podían ser más clásicas, con dos faros redondos a cada lado del frontal – el intermitente más pequeño y el faro principal en grande, flanqueando la parrilla frontal. Esta es bastante prominente y cuenta con una posición elevada que recuerda a los coches que se fabricaban entre los años veinte y cincuenta – al igual que ellos la parte central del capó está levantada unos centímetros, dándole una imagen señorial como pocas tienen en el mercado.
Su estética de sedán de lujo es tan clásico como el que más, con una carrocería larga que acaba en un techo amplio y una parte trasera con bastante volumen y un maletero prominente. Los faros traseros se han ido estilizando con el paso de los años pero, en lugar de ser transgresores, llamativos o revolucionarios como otros coches, los del Mulsanne (y los de casi todos los modelos de Bentley) se han mantenido parte del mismo diseño, con un aspecto vertical tradicional.
El Mulsanne es uno de los coches más largos que se pueden encontrar dentro del mercado de coches de lujo, superando los cinco metros y medio de longitud además de acercarse a los dos metros de ancho de la carrocería. El Mulsanne actual es además una continuación del modelo que estuvo en activo entre 1980 y 1992, tomando su nombre de la famosa recta del circuito de Le Mans La Sarthe ya que Bentley logró varias victorias en las 24 Horas de Le Mans.