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Solo gasolina
Aunque la estética del Audi A1 Sportback sea deportiva, el comportamiento en carretera no lo es tanto. Es un coche que apuesta más por el confort de marcha, al menos en su configuración más estándar, que por la deportividad. Las suspensiones de serie filtran bien las irregularidades del terreno. Opcionalmente, se puede optar por unas de dureza variable, que permite endurecerlas en carreteras reviradas y practicar una conducción más deportiva.
La dirección es muy directa y precisa y el volante tiene un tacto muy bueno. Esto permite un guiado excelente, también porque el coche responde de forma muy directa a las órdenes del conductor. Se muestra muy seguro en reacciones, lo que transmite mucha confianza.
Un punto criticable es que no es un coche muy bien insonorizado, teniendo en cuenta que estamos en un Audi. No es que sea mala, pero es simplemente correcta, similar a la de otros modelos del segmento B de coste claramente inferior. Por otro lado, la calidad de rodadura es buena, pero cuando el asfalto se vuelve muy roto, se deja notar bastante ruido en el interior.
Es preferible combinar el motor, independientemente del nivel de potencia, con el cambio manual. No es que el cambio S-Tronic de doble embrague funcione mal, que es de los mejores, sino que está programado para contener los consumos, con largos desarrollos y, a veces, tarda en reaccionar en bajas vueltas. Es en esos casos, cuando el motor de tres cilindros se muestra algo perezoso y ruidoso. Con el cambio manual, se evitan esas situaciones.
Inicialmente, la gama de motores del Audi A1 Sportback ofrece solamente mecánicas de gasolina. Hay dos opciones de tres cilindros y 1.0 litros, con 95 y 116 caballos, y dos tetracilíndricos de 1.5 litros y 150 caballos y 2.0 de 200 caballos. Según la motorización, se puede combinar con una transmisión manual de cinco velocidades en el de 95 caballos o seis en el de 116 y 150 caballos, o también puede elegirse con el cambio automático de doble embrague y siete relaciones S-Tronic. La tracción es siempre al eje anterior, a la espera de una versión Quattro.
Hay cuatro motores disponibles. Empieza con el 25 TFSI 1.0, de 95 caballos, un consumo medio entre 4,6 y 4,7 litros y unas emisiones entre 104 y 106 gr/km. Le sigue el 30 TFSI 1.0 de 116 caballos, con un consumo mixto entre 4,8 y 4,9 litros y unas emisiones entre 108 y 111 gr/km. Continúa con el 35 TFSI 1.5, de cuatro cilindros, con 150 caballos, un consumo medio de 5,2-5,3 litros y unas emisiones de 119-120 gr/km. Por último, el 40 TFSI y 200 caballos, con un consumo medio de 6 litros y unas emisiones de 136 gr/km.