Muy espacioso y bien terminado
Al acceder al interior del Volvo V60 encontramos pocas novedades, porque es prácticamente idéntico al que ya ha estrenado la marca sueca en anteriores modelos. Lo que más destaca es la gran pantalla en formato tablet que gobierna el salpicadero, de 9 pulgadas, táctil y de serie. Desde ella, podemos controlar absolutamente todas las funciones del coche: navegador, información, entretenimiento, audio, teléfono… Su manejo es muy sencillo, aunque a veces, navegar entre los diferentes y variados menús, resulta complicado y tenemos que desviar la atención de la carretera.
Además de esta pantalla, hay una segunda destinada al cuadro de instrumentos, completamente digital y configurable. Esta pantalla es de 8 pulgadas en el acabado Momentum y de 12’3 pulgadas en el Inscription.
Estas pantallas dejan un salpicadero despejado de botones. La calidad de los materiales es muy elevada, como acostumbra el fabricante escandinavo. Materiales blandos, tapicería en cuero (opcional), madera mate con tacto rugoso y metal proporcionan un ambiente premium muy alto. Los asientos son muy cómodos y, de serie, cuentan con ajuste eléctrico con dos programas en las plazas delanteras. Opcionalmente, las plazas traseras pueden disponer de gestión propia del climatizador.
El Volvo V60 2018 está construido sobre la plataforma SPA, la misma del S90 y el XC60. Por ello, el espacio interior es muy bueno y holgado. Cuatro adultos pueden viajar con absoluta comodidad, aunque el tercero de la plaza central trasera irá más incómodo, como suele ser habitual. En general, el espacio del habitáculo es similar al de sus principales competidores.
El maletero es uno de los aspectos que más ha mejorado, con respecto a la anterior generación del Volvo V60. Dispone de 529 litros que lo convierte en la berlina familiar con el maletero más grande de su segmento, superando al Audi A4 Avant, al Mercedes-Benz Clase C Estate y BMW Serie 3 Touring.