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Buena habitabilidad, pero discreta calidad de acabados
En el interior del Suzuki Ignis encontramos un habitáculo de aspecto vanguardista, alejado del diseño escueto y casi retro del exterior. Está construido con materiales de una calidad baja, plásticos duros de poco agrado al tacto. Es cierto que todos los modelos del segmento A tienen una terminación discreta pero, en el caso del crossover japonés, la percepción visual es más baja.
No obstante, el interior se puede personalizar con doble tonalidad, con la parte superior en negro y la inferior en un tono claro que contribuye a mejorar la sensación de calidad. El salpicadero tiene unas líneas horizontales. En el centro, se encuentra la pantalla táctil de 7 pulgadas del equipo multimedia. Puede usar navegador, mediante una tarjeta SD o conectándola al móvil y ofrece conexión con Appel Car Play y Android Auto. Está colocada en una posición elevada, ideal para verla sin apartar demasiado la vista de la carretera y su funcionamiento es correcto y sencillo, aunque se refleja mucho la luz.
Es un habitáculo muy funcional y tiene repartidos diferentes huecos para guardar objetos. La posición de conducción es elevada, parecida a la de un SUV y el volante no tiene regulación profundidad, pero si en altura. Sí tiene ajuste en altura el asiento del conductor. El volante puede ser multifunción, con los controles para las funciones relativas a la conducción y para las del equipo de infoentretenimiento.
El espacio para los pasajeros en el Suzuki Ignis es bueno, ya sea en las plazas delanteras o en las traseras. En la fila posterior, hay espacio suficiente, tanto para las piernas como para la cabeza, para dos adultos de hasta 1’90 metros. Además, la banqueta trasera se puede deslizar hacia adelante o hacia atrás, según queramos más espacio a bordo o en el maletero.
El maletero del Suzuki Ignis varía su capacidad, según disponga o no de tracción a las cuatro ruedas. Con solo dos ruedas motrices, el volumen del maletero es de 260 litros, un espacio de carga correcto, superior al de su principal competidor, el FIAT Panda, con 225 litros. En cambio, con la tracción total, la capacidad se reduce a 204 litros.