Gana espacio en cada esquina
Por dentro se puede encontrar una de cal y otra de arena: el punto bueno, que sobresale de hecho, es que la estructura mantiene los elementos típicos de cada modelo del Grupo Volkswagen y que además cuenta con una gama de colores que hace que el coche sea bonito y atractivo por dentro. El malo es que se nota que la calidad de los acabados es menor que en otros modelos, ya que no se trata de un modelo de más alta gama dentro del mercado.
A nivel de tecnología no ofrece muchas sorpresas, pero tiene un equipamiento bastante completo: cuenta con programador de velocidad activo, servofreno de emergencia con detección de obstáculos y apertura de puertas y encendido del motor manos libres tal como cuenta el medio Kilómetro 77. También cuenta con cámara de visión trasera (aunque es opcional, no aparece desde el modelo de entrada) y sistema multimedia que se puede emparejar con dispositivos móviles.
Esto es interesante ya que con respecto al Ibiza anterior es dos milímetros más corto, pero eso es sólo en la carrocería: al haber crecido 87 milímetros en la anchura, por dentro ofrece un espacio mucho mayor para las plazas delanteras y las traseras – ahora más accesibles ya que la carrocería de cinco puertas es la única disponible ahora. Además la distancia entre ejes es 95 milímetros mayor, mejorando el espacio para las piernas en 35 milímetros según asegura la propia marca.
El Ibiza cuenta en su compartimento trasero con 355 litros de espacio, superando a varios rivales directos como el Hyundai i20 (326 litros), el Citroën C3 (300 litros), el Nissan Micra (300 litros), el Volkswagen Polo (280 litros) o el Skoda Fabia (330 litros). Esta es una señal de las mejoras del nuevo Ibiza, 63 litros más que antes, y de las que pueden llegar a tener el resto de modelos de Volkswagen, Audi, Seat y Skoda en cuanto utilicen la nueva plataforma.