Mejor que el de sus competidores directos
De manera similar a casi todos los modelos que tiene ahora Peugeot en su repertorio, dentro del 5008 se puede encontrar lo que se conoce como el i-cockpit, un habitáculo caracterizado por un volante pequeño y elíptico, situado por debajo del cuadro de mandos (o más bien el cuadro de mandos situado un poco por arriba, en lugar de estar detrás). El cuadro de instrumentos es digital, posicionándose de manera similar al Head-Up Display que tienen otras marcas en sus vehículos.
Si lo que hay en el cuadro de instrumentos es una pantalla de 12,3 pulgadas, sobre la consola central aparece una pantalla táctil de 8 pulgadas desde la cual se accede a la gran mayoría de funciones del coche como el navegador, el sistema multimedia o el climatizador, entre otros. En general, es un diseño que se asemeja tanto a otros modelos de Peugeot como a algunos de la empresa hermana DS.
Pese al cambio de monovolumen a todoterreno, el Peugeot 5008 continúa manteniendo en su interior las siete plazas que ya ofrecía hasta ahora (aunque a una altura mayor, claro está). Pero también ha crecido para los pasajeros de atrás, pues es 165 milímetros más largo desde los asientos delanteros hacia atrás, teniendo tanto más espacio para las rodillas como para el maletero ya que toda la parte trasera ha crecido en la conversión de segmento.
Peugeot oferta un espacio de 780 litros de maletero en su configuración de 5 plazas, aunque se puede desplazar hacia delante los asientos para ganar un espacio extra, quedándose en 1.060 litros. Son unas cifras muy buenas teniendo en cuenta que muchos otros rivales con una longitud similar apenas pasan de los 550 litros, superando incluso al Skoda Kodiaq y sus 720 litros pese a que el todoterreno checo es 56 milímetros más largo, 30 más alto y 38 más ancho.