Calidad, comodidad y amplitud
El interior del Insignia Grand Sport muestra el gran trabajo que han hecho en Opel para ofrecer una berlina acorde con las necesidades de los conductores más exigentes. La calidad del habitáculo, en todos los aspectos, es muy buena. Los materiales nobles empleados en el revestimiento de los paneles de las puertas y el salpicadero ayudan a crear la sensación de estar en un coche superior. El salpicadero muestra un aspecto mucho más cuidado que antes, con un diseño más horizontal y libre de botones, sólo aparecen los comandos más imprescindibles, como los del climatizador, y están bien distribuidos. Está gobernado por una gran pantalla táctil en el centro que, según el nivel de equipamiento, puede incluir el sistema IntelliLink, con unos menús muy fáciles de manejar, gráficos sencillos y compatible con Apple Car Play y Android Auto.
Uno de los elementos más destacables del interior de la berlina alemana son los asientos. Los que monta de serie son cómodos pero, opcionalmente, ofrece unos asientos con certificado AGR que garantizan una comodidad superlativa. Estos asientos se pueden configurar hasta en 18 posiciones diferentes con ajuste eléctrico. En esa búsqueda de la comodidad absoluta, interviene también el sistema de ventilación y masaje. Por otro lado, el puesto de conducción es muy bueno, con una buena visibilidad de todo lo que ocurre delante. El volante puede ser empuñado con seguridad y hay disponible dos cuadros de instrumentos diferentes, uno básico, con indicadores más tradicionales y una pequeña pantalla con información precisa, y otro más elaborado con una pantalla a color de 8 pulgadas e indicadores digitales.
En este apartado, la berlina de Opel aprueba con nota alta. El incremento en 5’5 centímetros de la longitud del coche permiten también un aumento de la distancia entre ejes en nada menos que 9 centímetros. Esto se traduce en una mayor habitabilidad para los pasajeros, especialmente, en las plazas traseras, donde pueden viajar cómodamente tres adultos. El espacio para las piernas es muy bueno, aunque es más reducido en la plaza central, debido a la presencia de un túnel central elevado. El acceso a las plazas traseras es correcto aunque la caída del techo obliga a agachar el cuerpo un poco más de lo habitual.
Si Opel ha trabajado para mejorar el espacio en las plazas traseras del Insignia, no podemos decir lo mismo en el maletero. La capacidad se ha reducido en 40 litros, con respecto a la anterior generación, y ahora cuenta con 490 litros de espacio de carga. Es una capacidad inferior a la de varios de sus rivales. El Ford Mondeo de cinco puertas ofrece un maletero con 550 litros.