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Una berlina de cinco puertas, espaciosa y con aires deportivos
Acaba de llegar para volver a ser el líder en ventas en su categoría. El nuevo Opel Insignia Grand Sport es una berlina de 4’89 metros de longitud, perteneciente al segmento D, donde rivaliza con el Peugeot 508, el Renault Talisman, el Mazda 6 o el Volkswagen Passat, entre otros.
En 2008, Opel se propuso ser la referencia en el segmento de las berlinas medias con el lanzamiento de la primera generación del Insignia, un nombre que le vino como anillo al dedo, ya que se convirtió en el buque insignia de la marca de Rüsselsheim y fue líder en ventas en varios países. Nueve años después, la segunda generación de la berlina alemana irrumpe nuevamente con fuerza y lo hace mejorando en todo al modelo al que sustituye. Especialmente, en dos aspectos que penalizaban al primer Insignia, el peso y el espacio en el interior. Ahora el Insignia Grand Sport es más ligero, hasta 175 kilos menos, según versiones, y es más amplio, gracias al incremento de la longitud del coche en 5’5 centímetros y de la distancia entre ejes en 9 centímetros.
Por fuera, el coche se ve mucho más grande y musculoso. No es para menos, con sus 4’89 metros de largo, una medida que lo acerca a berlinas más grandes de segmentos superiores (un BMW Serie 5 mide 4’93 metros). En el frontal, resalta la parrilla hexagonal, con elementos cromados y el logo de la marca al centro, flanqueada por unas elegantes y afiladas ópticas que le dan empaque. La línea de perfil es similar a la de un coupé, con una caída prolongada del techo hacia la zaga, y una superficie acristalada rematada en forma de pico en el pilar C. En la parte posterior luce un gran portón, rematado con una amplia luneta, y unos pilotos horizontales y grandes, que se entrometen en la aleta de las ruedas traseras.
El interior ofrece un enorme salto de calidad en la marca, con un diseño que sigue los trazados iniciados por el Opel Astra. El habitáculo es muy amplio y se percibe una sensación de calidad elevada, gracias al empleo de materiales de buena factura. El salpicadero muestra un diseño horizontal y limpio de botones, a diferencia de la generación anterior. En general, se respira una sensación de estar todo muy bien ordenado. Queda rematado por unos asientos realmente cómodos.
En el apartado mecánico, el Insignia Grand Sport está disponible inicialmente con dos motores de gasolina y tres diésel, con potencias que oscilan entre los 110 y los 170 caballos. Más adelante, llegará una versión de gasolina turbo de 260 caballos. Se ofrece con un cambio manual de seis relaciones o automático de ocho y con la posibilidad de contar con tracción a las cuatro ruedas, mediante un sistema que se encarga de distribuir el par del motor, dependiendo de las circunstancias en la conducción. El nuevo chasis FlexRide proporciona una comodidad de marcha y un comportamiento del coche exquisito en todo tipo de vías.