IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Solo un motor de gasolina
El hecho de tratarse de un SUV y, por tanto, de ser un coche con una altura al suelo mayor que en un turismo, invita a pensar que el Mitsubishi Eclipse Cross es un vehículo con el que circular de forma relajada para evitar oscilaciones excesivas de la carrocería. El caso del modelo asiático no es así. Sin llegar al nivel del SEAT Ateca, el todocamino japonés transmite una sensación cómoda, pero que no renuncia a una conducción dinámica.
Esto es porque equipa unas suspensiones con un tarado blando pero no demasiado, con buena capacidad de absorción de las irregularidades del terreno y con una sujeción de la carrocería bastante buena. De esta manera, en autovía muestra un gran aplomo y estabilidad y hace que sea un coche bueno para viajar. Además, el puesto de conducción, aunque más elevado, es muy parecido al de un turismo y acentúa la sensación de no estar montados en un SUV. En carreteras de curvas y secundarias se muestra estable, pero la dirección, blanda y no muy precisa, impide una conducción más ágil.
Algo que no resulta muy positivo es el ruido que penetra en el habitáculo, al conducir por autovía a altas velocidades. Se percibe notablemente el ruido del viento golpeando con la carrocería y la rodadura de los neumáticos.
Por otro lado, el cambio manual de seis relaciones tiene un funcionamiento correcto, sin destacar en ningún aspecto. En cambio, la transmisión automática es de tipo variador continuo, un cambio CVT que también montan otros modelos en el mercado y que tiene la peculiaridad de que, en fases de aceleración, no se corresponde el régimen de giro del motor con la velocidad. Cuenta con un modo manual que simula ocho relaciones y reduce ese efecto. A pesar de ello, resulta muy cómodo y suave en conducción tranquila, sobre todo, en ciudad, donde no se perciben tirones.
La tracción puede ser delantera o total, mediante el sistema Super All Wheel Control que traslada el par a las cuatro ruedas de forma permanente, con un mínimo del 20% en las ruedas traseras. Ese reparto puede llegar hasta el 55% delante y 45% detrás, en función de las necesidades. Funciona con un embrague multidisco controlado de forma electrónica. Tiene tres programas: Auto, Snow y Gravel. Gracias a esta tracción total, el Mitsubishi Eclipse Cross mejora sus capacidades fuera del asfalto y, sobre todo, la seguridad en carretera, en condiciones adversas.
Desde el momento de su lanzamiento, el Mitsubishi Eclipse Cross solo está disponible con un motor de gasolina. Más adelante, pasado el verano, la marca japonesa tiene previsto incorporar una mecánica diésel de 2.2 litros, aunque se desconoce la potencia. La tracción puede ser delantera o total y la transmisión automática de seis relaciones o automática CVT.
El motor de gasolina del Mitsubishi Eclipse Cross es un 1.5 sobrealimentado con turbo que rinde 163 caballos y 250 Nm de par, entre 1.800 y 4.500 vueltas. acelera de 0 a 100 km/h en 10’3 segundos y homologa un consumo mixto de 6’6 litros, con tracción delantera y cambio manual. Con el cambio automático y tracción total, alcanza los 100 km/h en 9’8 segundos y consume una media de 7 litros.