Mucha amplitud
Al sentarnos en este coche familiar, nos damos rápidamente cuenta de estar en un Land Rover. El diseño del interior del Discovery Sport nuevo es el típico de la marca, con un diseño horizontal del salpicadero, interrumpido por la forma vertical de la consola central con la pantalla del sistema multimedia y los instrumentos del climatizador.
El sistema de infoentretenimiento cuenta con el InControl Touch Pro con disco duro de 60 GB y pantalla de 10’2 pulgadas opcional. De serie cuenta con un sistema más básico y una pantalla de 8 pulgadas. Desde ésta, se gestionan varias funciones del coche, como el audio, el navegador o el teléfono.
La calidad percibida es muy buena, sobre todo, en las versiones más equipadas, que cuentan con tapicería y revestimientos en piel. Algunos plásticos son de peor calidad y desentonan con el conjunto. Los asientos son muy cómodos y el puesto de conducción elevado, como se espera. La ergonomía está muy bien trabajada, todos los botones están bien ordenados y al alcance del usuario. Hay también numerosos huecos portaobjetos distribuidos por todo el habitáculo, algo que habla del carácter familiar que tiene este Discovery Sport.
El Land Rover Discovery Sport tiene una altura de 21 cm respecto al suelo y una longitud de 4,6 m y una anchura de 1,9 m.
Tanto en las plazas delanteras como en las traseras, el espacio para los pasajeros es generoso. La zona posterior, además, cuenta con elementos para hacerla vida a bordo más cómoda, como puerto USB y toma de 12 voltios. De manera opcional, la banqueta trasera puede deslizarse en 16 centímetros, lo que beneficia la modularidad del vehículo. También como opción, puede configurarse con siete plazas, aunque el espacio en éstas es mucho más reducido y el acceso es difícil.
Con la fila posterior en su posición más retrasada, el espacio para el maletero es de 454 litros y aumenta a los 541 con los asientos en la posición más adelantada.