Un SUV urbano, con buenas capacidades offroad
Si hay un segmento que, en los últimos años, ha crecido como la espuma es el de los SUV pequeños, donde encontramos a modelos como el Nissan Juke, el Fiat 500X, el Mazda CX-3 o el Peugeot 2008. Y para hacerse un hueco importante en esta dura batalla, Jeep lanzó hace dos años el Renegade, un vehículo equipado con tracción delantera o total, con una oferta de motores muy amplia, cómodo en la ciudad y con interesantes capacidades Off Road para los más aventureros.
La tradición 4x4 de Jeep se ve reflejada en el diseño del Renegade, ligeramente inspirado en el Wrangler, el todoterreno por excelencia de la marca norteamericana. Presenta unas formas cuadradas, con un capó muy plano, un pilar A muy pronunciado y una zaga completamente vertical. En el frontal, luce la clásica parrilla de la marca, con las siete franjas verticales, y unos faros completamente redondos, como los Jeep clásicos del ejército estadounidense. Visto de perfil, se aprecian los pasos de rueda trapezoidales, las protecciones a lo largo de la carrocería y una línea de cintura que se eleva, conforme se acerca a la zaga. Aquí, luce unos pilotos cuadrados con forma de X en su interior.
Este diseño funcional permite una gran habitabilidad en el interior, de las mejores de su categoría. Tiene unas plazas traseras espaciosas y un maletero de 350 litros de capacidad, que no está mal para un vehículo del segmento B, pero hay alternativas con un maletero más grande. El habitáculo tiene algunos guiños a los todoterrenos clásicos, como el asidero delantero en el puesto del pasajero y la sensación de calidad, en general, es buena.
Otra de las características del Renegade es su amplísima oferta de motorizaciones, con mecánicas diésel y de gasolina, en función del nivel de equipamiento elegido. Las versiones más potentes pueden montar un cambio automático de nueve relaciones de tipo convertidor de par. Los entornos urbanos son el hábitat natural de este pequeño Jeep, ya que sus reducidas dimensiones y su elevado puesto de conducción, facilitan su conducción. Pero, fuera del asfalto, el Renegade demuestra que es un verdadero Jeep, con buenas dotes para moverse por el campo.