Pequeño todoterreno para ciudad
El Fiat 500X es una variante del pequeño 500 (como su nombre indica con claridad) pero que pone la mirada en el ambiente offroad en lugar de centrarse en las funciones de vehículo urbano, por lo que trata de adaptarse más para situaciones fuera de carretera y en caminos de montaña. Tanto por sus dimensiones como por su altura podría considerarse un crossover de pequeñas dimensiones, enfrentándose en el mercado al Audi Q2, el Opel Crossland X, el SsangYong Tivoli o el Mazda CX-3.
Lo primero que destaca de este coche es que sus dimensiones engañan a primera vista: parece pequeño, redondeado y en definitiva similar al urbano 500, pero lo cierto es que mide 4,25 metros de largo: más que otros rivales como el Crossland X, el Tivoli, el Q2, el Peugeot 2008 o el Nissan Juke. Hay pocos que le superen en este aspecto, siendo los más largos el Mini Countryman con 4,299 metros y el Suzuki S-Cross con 4,3 metros de largo.
De cara a 2017 se ha renovado el Fiat 500X con algunos cambios, aunque la forma general sigue presente: faros delanteros redondeados y saltones y el logotipo de la marca italiana ente los dos faros, desplegando una franja cromada horizontal. La carrocería se ve alzada por varios centímetros de plástico negro que le confieren su carácter todoterreno (además de su altura respecto al suelo) mientras que detrás tiene unos faros traseros verticales similares a los del 500.
En la actualidad Fiat ofrece dos variantes del 500X, además del nivel de acabado que se quiera escoger: El ‘City Look’ y el ‘Off-Road Look’. Como sugieren sus respectivos nombres, el primero le da un aire más urbano, más similar al 500, mientras que el segundo potencia las características de pequeño todoterreno, más apropiado si se vive lejos de zonas urbanas o se lleva mucho al campo.