Lo que sucede con el Citroën C-Zero es el mismo problema al que se enfrentan los eléctricos de pequeño tamaño enfocados para un uso ciudadano. Su precio es demasiado elevado para las prestaciones que ofrece y también teniendo en cuenta que con su autonomía apenas podrás sacarlo de la ciudad sino quieres que la batería se termine en un abrir y cerrar de ojos. Todavía queda algo de tiempo para que este tipo de vehículos empiecen a ser una opción verdaderamente real.
Sin embargo, si tienes una visión de las cosas largoplacista, el C-Zero es una inversión muy a tener en cuenta porque ahorrarás muchísimo dinero al mes en gasolina teniendo en cuenta el poco coste que tiene en tu factura de la luz recargar un coche eléctrico en comparación con visitar cualquier gasolinera. Si tu día a día y vida en general te permiten dar el paso, no cabe ninguna duda de que un eléctrico es una decisión que agradecerás en un futuro nada lejano. En el caso del C-Zero, si entiendes a la perfección su cometido verdadero, es una opción muy a tener en cuenta.