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La berlina deportiva por excelencia
La Serie 3 es el modelo más icónico de BMW, desde que saliera al mercado en los años setenta, y es también el más importante para la marca alemana por volumen de ventas. Insertado en el segmento D, mantiene una férrea batalla con las otras berlinas premium alemanas, el Audi A4 y el Mercedes-Benz Clase C, sin dejar a un lago otras alternativas como el Alfa Romeo Giulia o el Lexus IS 300h.
La sexta generación del Serie 3 llegó al mercado español en 2012 y hace apenas dos años recibió una ligera actualización que afecta, principalmente, a elementos de equipamiento y conectividad. El diseño apenas ha variado. Conserva el característico frontal con la parrilla en forma de riñones y unos grupos ópticos rectilíneos y angulosos que parecen integrarse en la parrilla. Los faros lucen una firma luminosa con tecnología LED que dibujan dos círculos, haciendo un guiño a los modelos del pasado. La vista de perfil conserva la imagen clásica que ha caracterizado siempre a la berlina bávara, en donde destacan la gran distancia entre ejes y, como no puede ser de otra manera, la clásica Curva Hofmeister del pilar C. Por último, la zona posterior culmina el aspecto deportivo
El interior presenta un acabado totalmente premium. Tanto la calidad de los materiales como la ergonomía están muy bien trabajados. Como es habitual en el Serie 3, tiene un puesto de conducción bajo, muy cerca del piso, que proporciona una grande y grata sensación de deportividad. El espacio para los pasajeros es correcto, aunque l aplaza central de la fila posterior es bastante incómoda, y tiene un maletero con 480 litros de capacidad.
Donde realmente sobresale este Serie 3 es en la conducción. BMW no oculta su pasión por la deportividad y la berlina alemana simboliza la máxima expresión en este sentido, debido al puesto de conducción algo más bajo y al comportamiento dinámico del coche en carretera. En autovías es extraordinariamente cómodo, mientras que en carreteras de montaña logra coger las curvas con una agilidad y aplomo intachables. A ello hay que sumar una oferta de motores muy numerosa, con versiones de gasóleo, gasolina y una híbrida, que se pueden combinar con un cambio manual o automático y tracción trasera o a las cuatro ruedas.