El X6 ya disfruta de su segunda generación de lo que BMW llama ‘Sports Activity Coupé’, una versión de mayor tamaño y capacidad todoterreno del Serie 6. Utilizando tanto elementos de este como del X5 – el todoterreno de la marca de Múnich más longevo en el mercado, habiendo iniciado su vida comercial en 1999 – se ha creado la continuación del vehículo que empezó en el mercado en 2008, un año después de presentarse la versión prototipo en Frankfurt.
La primera generación fue capaz de superar incluso las expectativas de BMW con un total de 260.000 pedidos según cuenta el medio Top Gear y este modelo pretende continuar el éxito de la marca con un estilo muy similar. De hecho, el molde sobre el que se basa es el mismo que el de la primera generación, aunque a nivel de chasis y de mecánica parte de la tercera generación del X5, que fue lanzado en 2013 (el X6 actual fue lanzado en 2014).
A nivel externo, por tanto, no presenta muchas sorpresas con respecto a su antecesor, con una línea similar pero actualizada a los diseños actuales de la marca, que mantiene su clásica parrilla doble delante con faros en posición horizontal. Por detrás tampoco varía mucho con respecto al primer X6, pero la diferencia radica sobre todo en la calidad de los acabados, la construcción en sí y el nivel de tecnología del que dispone tanto para la conducción como para la seguridad del conjunto.
Aunque la versión principal lleva tracción a las cuatro ruedas (los xDrive35i, xDrive50i, xDrive30d y xDrive40d) también existe una variante con tracción trasera llamada sDrive35i, que lleva el mismo motor del xDrive35i. Como tope de gama (además del M50d de 380 caballos) está el X6 M, que cuenta con el mismo motor 4.4 V8 Biturbo de 575 caballos que monta el X5 M y está orientado a dar las máximas sensaciones al volante, con un trabajo revisado de M Performance.