Amplio y solvente
El interior del Spaceback ha cambiado ligeramente, respecto al modelo de 2013. Las modificaciones se aprecian, especialmente, en el nuevo cuadro de instrumentos, que presenta toda la información del velocímetro, el cuentavueltas y el ordenador de a bordo de manera más clara y luminosa, y en unas nuevas molduras decorativas en el salpicadero y las puertas que embellecen un poco el sobrio habitáculo. Ha mejorado la calidad percibida pero los materiales siguen siendo rígidos en todas partes. El nivel de ajuste también ha mejorado, como se aprecia en los nuevos mandos del climatizador. En líneas generales, ofrece un habitáculo bastante amplio y agradable.
También es nuevo el sistema de infoentretenimiento que dota al Spaceback de mayor conectividad. Puede incluir las funciones Skoda Connect, que consta de infoentretenimiento online, con información del tráfico, el tiempo, rutas alternativas, y el Care Connect, un servicio de llamada de emergencia automática en caso de avería, muy útil para pedir asistencia. El sistema multimedia tiene también acceso a internet y pueden conectarse diferentes dispositivos. Mediante una aplicación, podemos controlar diversas funciones desde el móvil, como ver el nivel de combustible o ver dónde está aparcado el coche.
En otro orden de cosas, el compacto checo sigue la filosofía Simply Clever de la marca checa, que consiste en un conjunto de elementos de equipamiento que hacen la vida más fácil a los pasajeros, como un paraguas ubicado en la puerta del pasajero, dos puertos USB en las plazas traseras y un rascador de hielo en la tapa del depósito de combustible, muy práctico en invierno.
El espacio en las plazas delanteras es muy bueno y el puesto de conducción es muy cómodo. Los asientos se pueden regular en varias posiciones y el volante tiene ajuste en profundidad y altura, por lo que será fácil encontrarla posición adecuada para conducir cómodamente. Lo mejor está detrás, en unas plazas traseras muy generosas, con espacio notable para las piernas y una gran altura libre al techo. La plaza central es más incómoda, por la presencia de un túnel central bastante intrusivo.
En este apartado, el compacto checo también sale ganando frente a sus rivales, con un maletero de 415 litros que, además, ofrece unas formas muy aprovechables y el gran portón deja una boca de carga muy amplia.