El Opel GTC es una buena alternativa para alguien que busque un coche fuera de lo convencional, pero sin tener que recurrir a alguna marca premium. Ofrece una imagen distintiva, con unas formas musculosas y atractivas, acentuadas con las llantas de 20 pulgadas que hay que pagar aparte, aunque con las de 18 ya está bien. Es además un coche que viene de serie bien equipado y a un precio muy interesante. Pero hay que tener en cuenta que, a pesar de su apariencia deportiva, no ofrece una conducción tan dinámica como cabría esperar, sino que proporciona un comportamiento en carretera más cercano a una berlina compacta normal, más que a un deportivo. Para ello, habrá que recurrir al OPC de 280 caballos que conseguirá sacarnos más de una sonrisa al coger una curva.