De serie, algo carente
Mercedes-Benz cuenta con un gran arsenal de elementos de seguridad activa en todos sus modelos y, pese a que este no los incluye todos (al menos no el mismo número que el Clase S, por ejemplo), al Clase SLC no le falta nada vital en materia de seguridad para sus pasajeros. Es muy probable que cuando reciba la valoración del test Euro NCAP logre alcanzar las 5 estrellas, como lo han conseguido casi todos los modelos de la marca de las flechas de plata.
Entre las novedades que trae el SLC frente al SLK está el sistema de frenado activo, monitorización del ángulo muerto y el asistente de cambio involuntario de carril. Estos elementos son de serie, pero como extras hay más como el sistema de ventilación Airscarf, que manda el aire del climatizador de manera directa al cuello de los ocupantes para que puedan estar a la temperatura que gusten y desplegar la capota incluso en días de invierno.
El SLC también tiene faros LED con iluminación adaptativa, cambio automático de luces, el asistente de prevención de colisión, que incluye entre otros sistemas una función de detección de tráfico cruzado. Esto sirve para poder estar más seguro, por ejemplo, a la hora de salir de un aparcamiento marcha atrás – complementando al sistema de aparcamiento.
Para ser un coche de lujo, es algo sorprendente que de serie no venga con elementos como climatizador automático, equipando un aire acondicionado manual. Eso sí, incluye de entrada llantas de 17 pulgadas, control de crucero, radio digital y deflector. Muchos de los elementos dependen sobre todo del modelo que se escoja: por ejemplo, el AMG SLC 43 tiene más paquetes incluidos que el SLC 200.
El nivel AMG Line incluye asientos de cuero, llantas de 18 pulgadas, un kit de carrocería más musculoso – de manera que sea más agresivo, acercándose más a la idea de compacto deportivo descapotable como el 718 Boxster de Porsche. También lleva unas suspensiones de menor altura que las de serie.
En el caso del tope de gama, el AMG SLC 43, viene de serie con escape deportivo, diferencial de deslizamiento limitado, luces y parabrisas automáticos, además de frenos de mayor tamaño. Para mejorar aún más el momento del SLC de mayores prestaciones se ofrecen tanto el Paquete de manejo como el Paquete AMG Ride, que vuelven el coche aún más deportivo. La caja de cambios 9G-Tronic también ha sido refinada con respecto al anterior SLK 55 AMG.