Amplio y ergonómico
Una de las cosas que ha mejorado el Civic, en relación a la anterior generación, ha sido el diseño del interior y la ordenación de la instrumentación. El modelo precedente, disponía de un salpicadero dividido en dos y muy futurista, con la información distribuida en diferentes zonas que dificultaban su lectura. Todo eso ha cambiado. Ahora muestra un cuadro de instrumentos digital detrás del volante con toda la información clara, ordenada y muy visible.
Como es la norma hoy en día, el compacto japonés está al día en materia de conectividad. Dispone de un sistema de infoentretenimiento Honda Connect con una pantalla táctil de 7 pulgadas bien integrada en el centro del salpicadero, desde la que podemos controlar diferentes funciones y sistemas del coche. Tiene conexión bluetooth, USB y HDMI, además de una superficie de carga inalámbrica para el móvil. La calidad de los materiales es buena, aunque hay algunos plásticos demasiado rígidos en algunas zonas pero la percepción visual, en general, es buena. El nivel de ajustes es muy bueno y cabe destacar los comandos transparentes en los mandos del volante, que transmiten una buena calidad.
Es uno de los apartados que más ha trabajado Honda. El aumento de tamaño en 13 centímetros, permite un incremento de la distancia entre ejes en 10 centímetros hasta alcanzar los 2’70 metros, un tamaño muy bueno para esta categoría. El resultado es una amplitud en el interior buena, tanto en las plazas delanteras como en las traseras, aunque hay que decir que el espacio podría estar mejor aprovechado atrás, especialmente en la altura libre al techo para la cabeza. Hay alternativas, como el Nissan Pulsar, que ofrecen mayor espacio, siendo más pequeños.
En este sentido, Honda ha ganado la partida a todos sus competidores. El Civic es el coche de su segmento con el maletero más grande, con 478 litros de capacidad. Las formas son muy aprovechables y cuenta con doble fondo y una bandeja corredera horizontal.