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Deportivo y cómodo
Lo primero que llama la atención cuando uno entra en el interior del Alfa Romeo Stelvio es su volante. No existe ningún otro rival en la categoría en el que se pueda encender el motor pulsando un botón en el volante. La marca italiana no ha querido renunciar a este detalle que ya apareció en el Giulia y que tanto ha gustado. Al ser el Stelvio un coche más enfocado al confort y a la búsqueda de espacio, podría haber optado por una forma más convencional para activar el propulsor, sin embargo, Alfa Romeo mantiene el botón de arranque en el volante, acentuando así el carácter deportivo del coche.
El resto del habitáculo recibe la herencia del Giulia, desde el diseño del salpicadero, hasta las dos grandes esferas del cuadro de instrumentos analógico, complementado con una pantalla de 3’5 pulgadas o 7 pulgadas en las versiones más equipadas. El centro del salpicadero queda gobernado por una gran pantalla TFT del sistema multimedia Alfa Connect que puede ser de 6’5 u 8’8 pulgadas. Esta pantalla no es táctil, sino que se maneja desde un mando ubicado en la consola central.
Alfa Romeo ha trabajado mucho en la ergonomía del Stelvio y, en este sentido, todos los botones están al alcance del conductor y, lo que es más importante, hay funciones, como la del climatizador, que tiene sus propios mandos y no requiere de mucho tiempo para controlarlo. Al tratarse de un crossover, el puesto de conducción es más elevado, exactamente, 12 centímetros más alto que en el Giulia, lo cual se traduce en un mayor campo de visión. Los asientos agarran muy bien y, a la hora de configurar el vehículo, el cliente puede elegir entre varias tonalidades para combinarlo con el color exterior de la carrocería.
Al igual que el Giulia, la marca del Biscione ha dado un salto de calidad con el empleo de materiales nobles. La mayor parte de las superficies del interior están revestidas de plástico blando acolchado y algunas zonas de cuero, dependiendo del equipamiento. También está presente el aluminio en las molduras del salpicadero y las puertas. Igualmente, son muy agradables las levas del cambio en el volante, muy grande y en aluminio. Pero todo esto contrasta con algunos plásticos de menos calidad, como el que cubre la palanca del cambio automático.
El Alfa Romeo Stelvio ofrece una buena habitabilidad en su interior. Pueden viajar hasta cinco ocupantes, si bien, la plaza central resulta algo incómoda al disponer de un túnel central que le resta espacio. Ese detalle dificulta que cinco adultos puedan hacer un viaje de larga duración cómodamente, algo que resulta paradójico al tratarse de un coche más bien familiar, pero ocurre también en sus alternativas.
Como es de esperar, el espacio del maletero del Stelvio es bueno, con 525 litros de capacidad, que resultan muy bien aprovechables, gracias a sus formas regulares. Además, el portón se abre y cierra automáticamente, lo que facilita las maniobras de carga y descarga. El maletero incluye una toma de corriente de 12 voltios y dos puntos de luz para mejorar la visibilidad.