Nuevo diseño, nueva plataforma
El Toyota RAV4 es uno de los todoterrenos más veteranos del mercado. Tanto es así que lleva veinticinco años comercializándose. En su quinta generación, renuncia a los motores diésel y de gasolina, así que únicamente se ofrecerá con una mecánica híbrida. Por ello, su rival más directo es el Honda CR-V Hybrid. También el Mitsubishi Outlander PHEV, aunque éste es híbrido enchufable y permite recorrer más distancia en modo eléctrico.
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Exteriormente, el nuevo Toyota RAV4 Hybrid presenta un diseño más moderno, más agresivo y más robusto. Tiene un capó más plano y una mirada más contundente, con una gran parrilla y un paragolpes abultado, unos faros más estilizados y unas líneas más angulosas que recorren el lateral. Los pasos de rueda son más marcados y el techo puede ir pintado en contraste. La zaga luce una luneta más inclinada y unas ópticas unidas por un listón horizontal cromado.
El interior del todoterreno de Toyota ha dado un notable salto de calidad. Los materiales que revisten las diferentes partes del habitáculo son de buena calidad y la disposición de los diferentes mandos e instrumentos es muy buena, lo que beneficia en la ergonomía. A nivel de habitabilidad y maletero, es de los mejores del segmento, con mucho espacio en las plazas traseras y 580 litros para cargar bultos.
Mecánicamente, el Toyota RAV4 Hybrid solo se puede elegir con un sistema de propulsión híbrido, ya no dispone de motores de gasolina y diésel. Cuenta con un motor de gasolina de 2.5 litros y otro eléctrico. La versión de tracción total rinde 218 caballos, mientras que la de tracción total 4WD-i equipa un segundo motor eléctrico y entrega una potencia total de 225 caballos. La transmisión, como siempre en los híbridos de Toyota, es de variador continuo CVT.