Juvenil y razonadamente espacioso
Una vez sentados en el Smart Forfour, llama la atención los acabados del habitáculo en dos tonalidades que proporcionan un ambiente fresco y juvenil. La calidad de los materiales es la esperada en este tipo de segmento, con superficies rígidas de plástico, pero agradables a la vista y al tacto. Del centro del salpicadero sobre sale una especie de Tablet con los mandos para gestionar la radio y la pantalla del sistema multimedia, si lo tiene. Ésta es opcional y no tiene un manejo muy intuitivo. Arriba aparecen dos tomas de ventilación y en la zona inferior de la consola central se encuentran los comandos de la climatización.
Los asientos son cómodos y permiten una posición elevada que facilita la conducción en ciudad. Hay algunos elementos que están presentes también en modelos de Renault y Dacia, como la palanca del cambio y los mandos detrás del volante. Un detalle que cabe resaltar del Smart Forfour son los numerosos huecos portaobjetos que incluye el habitáculo. Opcionalmente, se puede extraer un cajón de la consola central bastante amplio, así como otro cajón en la fila posterior.
El espacio en las plazas delanteras es correcto e idéntico a un Smart Fortwo. Atrás sólo hay espacio para dos personas, ya que es un vehículo homologado para cuatro pasajeros. El acceso, tanto a las plazas delanteras como a las traseras, es muy cómodo y fácil por el amplio ángulo de apertura que tienen las puertas. Las ventanillas traseras no se pueden bajar, sino que ofrecen una apertura en forma de compás para dejar entrar un poco de aire.
El maletero es casi anecdótico, aunque tampoco es un coche pensado para transportar mucho equipaje ni viajar. Dispone de una capacidad de 185 litros, suficiente para transportar una bolsa, alguna maleta o la compra del fin de semana.