Amplia gama y con suficiente potencia
El Skoda Karoq es un SUV muy agradable de conducir, especialmente, por autovías y carreteras rápidas, donde las suspensiones hacen su comedido a la perfección. Tienen un tarado más bien ligero, pero no demasiado. Filtran muy bien las imperfecciones del terreno, incluso, cuando sobrepasamos una superficie muy bacheada. Es un coche que ofrece un aplomo y estabilidad muy buenos, superior al de otros crossovers del segmento, y una gran calidad de rodadura, semejante a la del Skoda Kodiaq.
Sin embargo, se aleja del tacto, ligeramente deportivo, del Ateca, cuyos amortiguadores son un poco más firmes. A la hora de afrontar tramos por carreteras secundarias y de curvas, se perciben las inercias de la carrocería, pero en ningún caso pierde su nobleza este Skoda Karoq.
De manera opcional, Skoda ofrece unas suspensiones adaptativas, solo disponible en las versiones de Kodiaq con tracción total. Estas suspensiones multiplican el grado de confort general y disponen de cinco modos de conducción, Eco, Normal, Sport, Snow e Individual, que modifican la respuesta del motor, la dirección, el cambio automático y la dureza de los amortiguadores, en función del programa escogido.
La tracción a las cuatro ruedas funciona mediante un embrague Haldex, que reparte el par al eje trasero cuando hay pérdida de adherencia. Las versiones del nuevo Karoq con esta tracción, opcional en los motores de 150 caballos y de serie en el de 190 caballos, equipan también una serie de ayudas para mejorar la conducción fuera del asfalto. En concreto, incluye un bloqueo de diferencial y un control de descensos, además de un conjunto de protecciones para la carrocería, elementos de la mecánica susceptibles a golpes, como el cárter.
La gama de motores del Karoq está compuesta por dos de gasolina y tres diésel, cuyas potencias oscilan entre los 115 caballos de gasolina hasta los 190 de diésel más potente, si bien, este propulsor aún no está disponible, pero llegará pronto. Los motores menos potentes van con cambio manual de seis relaciones. Las versiones de 150 caballos se pueden elegir con cambio manual o automático de siete velocidades DSG de doble embrague y con tracción delantera o integral. El de 190 caballos, va siempre combinado con la tracción total y el cambio DSG.
La oferta de motores Karoq comienza con el motor de 3 cilindros 1.0 TSI, sobrealimentado mediante turbo, de 115 caballos y 200 Nm entre las 2.000 y 3.500 vueltas. Acelera de 0 a 100 km/h en 1’6 segundos y declara un consumo medio de 5’3 litros.
El segundo motor gasolina de Karoq es el 1.5 TSI, con la tecnología de desconexión de 2 de sus 4 cilindros. Entrega una potencia de 150 caballos y un par de 250 Nm disponibles a partir de las 1.500 vuelta y hasta 3.500. Alcanza los 100 km/h desde parado en 8’4 segundos y homologa un consumo mixto de 5’4 litros.
En el caso de los motores diésel, Skoda empieza con un motor 1.6 TDI de 116 caballos y un par de 250 Nm desde 1.500 revoluciones hasta 3.000, con el que acelera de 0 a 100 km/h en 10’7 segundos y consume una media de 4’6 litros. Le sigue un 2.0 TDI con 150 caballos y un par de 340 Nm a partir de las 1.750 vueltas. Hace el 0 a 100 km/h en 8’7 segundos y su consumo mixto oficial de este Karoq diésel es de 5 litros.