El nuevo modelo de Peugeot demuestra ser un coche moderno, de calidad, espacioso y sus motores gastan muy poco
Es muy difícil sacarle algún punto negativo al 3008. El nuevo modelo de Peugeot demuestra ser un coche moderno, de calidad, espacioso y sus motores gastan muy poco. Lógicamente, todo esto se paga, y lo peor que tiene es el precio: las versiones básicas son entre 4.000 y 4.500 euros más caras, aproximadamente, que las de un Nissan Qashqai o un Seat Ateca, dos de los baluartes del segmento. No obstante, Peugeot quiere posicionar este producto como algo más “premium”, lo cual se refleja en sus tarifas.
Una particularidad que puede gustar o no, y es obligatoria comentarla, es su puesto de conducción, en el que no será raro sentirse algo extraño al principio por la pequeñez y la baja posición del volante. Además, cuenta con un sinfín de sistemas tecnológicos de asistencia a la conducción, especialmente con los acabados más altos de la gama, y precisamente en estos niveles de equipamiento resulta un vehículo muy “vistoso”.