Dos opciones de gasolina
Pese a su diseño deportivo, sobre todo, en su versión V8, el Ford Mustang 2018 no es un coche deportivo puro. Tiene un tacto de conducción más parecido a un GT. Es rápido y ofrece buenas reacciones, pero no es especialmente ágil en carreteras muy reviradas. Le sienta mejor las vías rápidas y curvas medias.
Hay hasta cinco modos de conducción que afectan al comportamiento del coche, en cuanto a la dureza de la dirección, la respuesta del cambio automático, el control de estabilidad, el acelerador y el sonido del escape. Esos modos son el Normal, Sport, otro para el circuito, otro para superficies deslizantes y dos nuevos, Drag Strip, que mejora la aceleración desde parado, y My Mode, personalizable al gusto del conductor.
Lo mejor del Ford Mustang es, sin duda, su motor V8 de 5.0 litros. Es un propulsor a la antigua, aunque ha recibido algunas modificaciones, pero conserva el sonido característico de los V8 americanos. Suena y empuja desde la zona baja del cuentavueltas y, a medida que la aguja sube, esos ocho cilindros emiten una música incomparable. Destaca también por la suavidad de su funcionamiento y la respuesta que ofrece desde las mil vueltas.
Este motor puede ir asociado a un cambio manual de seis relaciones o al nuevo cambio automático de diez marchas. El manual es un cambio más clásico y que encandilará a los más puristas. Es menos rápido que el automático, pero ofrece una respuesta muy buena, con recorridos cortos y precisos y con una leve resistencia a la hora de meter la marcha. El nuevo cambio automático es rápido y suave y tiene tres programas, uno normal, otro deportivo y otro para cambiar con levas detrás del volante.
El Ford Mustang 2018 está disponible con dos motores de gasolina, uno de 290 y otros de 450 caballos. Más adelante habrá una versión Bullit Edition más especial, con 464 caballos. Ambos motores pueden ir asociados a un cambio manual de seis velocidades o automático de diez y la tracción es siempre al eje trasero.
En primer lugar, tenemos un bloque 2.3 EcoBoost de 4 cilindros turbo que entrega 290 caballos y 440 Nm de par a partir de las 3.000 vueltas. Con este motor, el coupé americano acelera de 0 a 100 km/h en 5’8 segundos y declara un consumo medio de 9 litros con cambio manual, y 5’5 segundos de 0 a 100 km/h y 9’2 litros de consumo medio.
En segundo lugar, dispone de un motor V8 Ti-VCT de 5.0 litros atmosférico que eroga 450 caballos y 529 Nm a partir de las 4.600 revoluciones por minuto. Alcanza los 100 km/h desde parado en 4’6 segundos y homologa 12’4 litros de consumo mixto si tiene el cambio manual. Con el cambio automático baja 3 décimas el tiempo para hacer el 0 a 100 km/h, con 4’3 segundos, y el consumo, hasta los 12’1 litros de media.