Desde que nació la primera generación, en 1980, el Panda ha sido un éxito de ventas por su simplicidad y funcionalidad, algo que muchos conductores buscan en un coche. A eso, hay que añadir unos motores que funcionan correctamente, especialmente, el 1.2 de gasolina, cuyo comportamiento es muy bueno para hacer una circulación normal en ciudad. Es suave, silencioso, elástico y vibra menos que la opción Twin Aire de 2 cilindros. Su elevado puesto de conducción permite una visibilidad muy buena y hace más cómoda la circulación en medio del tráfico urbano.
Las versiones 4x4 y Cross convierten al Panda en un auténtico todoterreno, capaz de superar obstáculos que algunos SUV más grandes no podrían, y supone una opción ideal para quienes vivan en zonas de montaña, incluso de alta montaña, con predominio de lluvias y nieve, o para quienes frecuenten el campo y quieran disponer de un vehículo pequeño pero capaz de circular por superficies complicadas.