IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Minimalista y bien hecho
Si el exterior está en consonancia con el diseño Kodo, el habitáculo del CX3 sigue con la tendencia Jinba Ittai, que viene a significar la unión entre un jinete y su caballo, siendo el conductor el jinete y el caballo el vehículo. Este puesto de conducción desarrollado por Mazda obedece a la perfecta simbiosis que el conductor debe de sentir al montarse en su coche, y también al conducirlo.
A lo largo y ancho del interior nos encontramos con pocos huecos portaobjetos (no como en un Renault Captur, por ejemplo), y aunque va en una línea minimalista tiene mucho atractivo. De hecho, entre los dos asientos delanteros se echa bastante de menos un apoyabrazos central que haga las veces también de cofre, limitándose a un pequeño hueco. No obstante, la guantera sí que ofrece un espacio mayor.
Tras el volante observamos un cuentarrevoluciones bastante voluminoso y, a su izquierda, un velocímetro digital. El salpicadero deja las costuras al aire y es asimétrico; asimismo, la mayoría de las funciones se pueden controlar a través de su pantalla digital, lo que significa que no tiene muchos botones en la consola central.
Los asientos delanteros son bastante confortables y agarran muy bien en las curvas; sin embargo, no podemos comentar lo mismo de la fila trasera. Debido a la poca superficie acristalada de la carrocería, algo que además influye negativamente en la visibilidad trasera, son algo claustrofóbicas.
Y no solo eso, sino que a pesar de contar con una buena altura y espacio para las cabezas de los ocupantes dadas las formas del vehículo, las cotas de anchura y longitud para el torso y las piernas de los ocupantes, respectivamente, no son buenas.
El maletero, en función de los elementos opcionales escogidos, tiene una amplitud de hasta 350 litros, que si se abate la fila de asientos posterior crece hasta los 1.260 litros. Las formas interiores son muy regulares, lo que junto a una amplia boca de carga facilita la introducción de objetos voluminosos, e incluso cuenta con un doble fondo.