Cuatro niveles de acabado para el hatchback y el familiar
El Auris logra sin ningún problema alcanzar las cinco estrellas Euro NCAP en seguridad, destacándose sobre todo en protección para ocupantes adultos con un 92%, protegiendo con efectividad todo el cuerpo tanto del piloto como del acompañante. En protección para ocupantes infantiles amasa un 84%, en protección a peatones un 68% (siendo el mayor problema la altura a la que está situado el capó) y en equipamiento de seguridad de serie un 66%.
En lo que a seguridad activa se refiere, el Toyota Safety Sense incorpora el sistema de seguridad precolisión, avisador de cambio involuntario de carril, reconocimiento de señales de tráfico y control inteligente de luces de carretera. Se trata de un paquete de elementos que se encuentran a lo largo de toda la gama Toyota, pues todos utilizan un sistema electrónico de similares características (salvo el Prius, que equipa una versión más evolucionada al tratarse de una nueva generación en lugar de restyling de coches de años anteriores).
De hecho, el Auris sobresale tanto en este apartado que llega a superar en algunos campos al propio RAV-4 de la casa, el todoterreno compacto con más envergadura y más masa en vacío. Se trata, en definitiva, de un vehículo que es poco propenso a accidentes y, aún dándose el caso, rara vez debería haber daños de gravedad a quienes viajan dentro.
Los acabados presentes para el Auris son el Business, Active, Feel! y el Advance como el tope de gama, llegando a haber una diferencia de más de seis mil euros (de 16.850 a 23.100 sin contar extras). Los diferentes propulsores están catalogados en función del nivel de acabado, aunque los diésel se encuentran en los dos espectros de la gama ofertada.
El más básico de todos los modelos de Toyota Auris, sólo disponible con el propulsor 1.4 D-4D – que por suerte, es el que parece dar mejores resultados en la práctica – y el híbrido. Entre los elementos que se destacan de serie aparecen el control de crucero, luces con tecnología LED y llantas de acero de quince pulgadas, añadiéndose una pantalla táctil de siete pulgadas con la variante híbrida.
En el acabado Active el Auris gana el Toyota Safety Sense, con todos los sistemas de ayuda a la conducción que ello implica, además de la pantalla TFT de 4,2 pulgadas y llantas de acero de dieciséis pulgadas. Está disponible con los dos motores diesel y el gasolina de 120 caballos, además del híbrido (que se quedaría con las llantas de quince pulgadas).
Este nivel, junto con el gasolina de 120 caballos y las llantas de dieciséis pulgadas, tiene la peculiaridad de no estar grabado con el impuesto de circulación según asegura la marca japonesa. Además ofrece detalles como asientos delanteros con acabado deportivo y cristales traseros y laterales traseros tintados.
El tope de gama está solo disponible con el diésel 1.6 de 111 caballos y el híbrido, pero incorpora el Smart Entry, un sistema de entrada sin llave que hace cómodo tanto el entrar en el coche como abrir el maletero. También incluye de serie el sistema avanzado de asistencia al aparcamiento.