El Peugeot Rifter es un coche pensado para viajar cómodamente con muchos ocupantes y equipaje. Esta es la principal cualidad que explota el monovolumen francés, despreocupándose un poco de otros aspectos, como los acabados. En efecto, la calidad de los materiales empleados para el recubrimiento del interior es correcta, pero nada más. Todo está revestido con plástico duro, sin que haya ninguna zona acolchada, y el nivel de ajuste es mejorable en algunas zonas. En general, la sensación de calidad es similar a la de vehículo de precio similar e inferior a otros modelos de Peugeot, como el Peugeot 308 o el Peugeot 3008.
La disposición de la instrumentación recuerda a otros modelos de la gama. Encontramos un volante pequeño y achatado en la zona superior e inferior y un cuadro de instrumentos que se ve sobre el volante y no a través de éste, como en el resto de coches. Al estar sentado en una posición bastante elevada y con el volante pequeño, la visualización del cuadro de instrumentos es buena.
El salpicadero está dividido en dos niveles. En la parte superior, aparece ubicada, en posición central, una pantalla táctil para el manejo del sistema de información y entretenimiento. Esta pantalla está disponible de serie a partir del equipamiento Active y tiene 8 pulgadas. Desde ella se puede controlar el navegador, opcional, la climatización, el equipo de audio y otras funciones. Además, es compatible con Android Auto y Apple CarPlay. En la zona inferior del salpicadero, encontramos una gran consola central con la palanca del cambio o, si se elige, el mando giratorio para seleccionar las opciones del sistema de tracción.
Una característica del Peugeot Rifter es que dispone de multitud de huecos para depositar objetos por todo el habitáculo, en función del nivel de equipamiento. En el lado del copiloto hay dos guanteras, una en la zona superior del salpicadero y otra en la inferior. La superior puede estar refrigerada y contener una toma USB y otra toma AUX. Entre ambas guanteras, hay un hueco para depositar algún objeto.
En la consola central también hay varios huecos. Delante de la palanca del cambio hay uno que, opcionalmente, puede servir como punto de carga inalámbrica para smartphone. En la zona alta del salpicadero hay también dos portabebidas en cada extremo y una zona detrás de la pantalla para depositar algún objeto pequeño. También en el techo encontramos zonas donde dejar cualquier objeto. En general, dispone de muchas soluciones prácticas para viajar con comodidad.
La principal ventaja del Peugeot Rifter es el espacio que ofrece para los pasajeros. Tanto en las plazas delanteras como en las traseras, los ocupantes disponen de buena amplitud. La banqueta trasera puede tener tres asientos individuales en el acabado más alto. La banqueta no se puede deslizar ni los respaldos se pueden reclinar. El acceso a las plazas traseras es muy cómodo, gracias a las puertas corredizas y también por la altura al suelo.
El espacio para el maletero es otro de los puntos fuertes de este coche. Ofrece una capacidad de carga de 597 litros, una cifra que aumenta considerablemente, abatiendo la fila de asientos trasera. La boca de carga es enorme, tiene formas regulares y está enmoquetado e iluminado. Cuenta con una bandeja para cubrir equipajes que se puede colocar en diferentes posiciones para dividir la carga.