Lujo todocamino
El QX30, como su nombre ya adelanta desde un principio, es la variante crossover que se basa en el compacto Q30, el más pequeño de los coches nuevos de Infiniti. Por tanto, las mismas trazas agresivas y modernas del Q30, provenientes del diseñador cubano Alfonso Albaisa, también están presentes en el exterior del QX30: faros delanteros afilados y agresivos, parrilla rectangular con laterales curvos y ondulaciones que alcanzan desde la rejilla hasta el final de la puerta trasera.
Este coche es un claro ejemplo del lenguaje estético de los Infiniti actuales, una gran cantidad de curvas que armonizan unas con otras con el objetivo de tener coches más bonitos circulando por nuestras carreteras y nuestras ciudades. En la parte trasera las curvas se mantienen, incluso los faros traseros tienen una forma inusual. Poseen una forma de lágrima, pero colocados de manera horizontal de manera que sobresalen por las dos esquinas.
De igual manera que el Q30 toma una gran parte de componentes – tanto mecánicos como tecnológicos – del Mercedes-Benz Clase A, el QX30 lo hace del Clase GLA (aunque por fuera no se parecen en casi nada) debido a un acuerdo realizado entre la marca alemana y la Alianza Renault-Nissan. De hecho, también en la motorización y en las cajas de cambios de los dos coches se nota la influencia de la casa de las flechas de plata.