Hasta ahora, la marca italiana no había hecho muchos coches con motor turbo, confiando en sus V12 atmosféricos como había hecho desde siempre. No obstante, en este coche se ha sumado a la tendencia del downsizing, montando un 3.9 turbo V8 en lugar del 6.3 V12 que montaba el modelo antecesor, el FF.
El motor normal y el primero que se puso a la venta para este coche es un V12 atmosférico como se había hecho con todos sus antecesores. Este propulsor genera 680 caballos y casi 700 Nm de par motor, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de 335 kilómetros por hora. Su consumo medio es de 15,4 litros a los cien, mientras que su nivel de emisiones es algo más alto que el del motor turbo: 360 gramos por kilómetro para el atmosférico y 265 gramos para el turbo.
El segundo motor disponible para este Ferrari es el V8 turbo 3.9 de la versión GTC4 Lusso T, con una potencia de 600 caballos y una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 3,5 segundos, unas cifras similares a las del V12 del Ferrari FF. Su velocidad punta es de 320 kilómetros por hora. Sin importar en las revoluciones en las que esté el coche produce una gran cantidad de fuerza.