Funcionalmente bien ejecutado
El nuevo Yeti posee un habitáculo que se caracteriza por dos cosas: la buena calidad de sus acabados y la comodidad que ofrece su asiento. La confección de este último elemento aporta estabilidad y buena sujección. Por otro lado, el volante tiene un diseño moderno y que resulta atractivo a la vista, así como la botonería, que no agobia tanto como en otros rivales de su segmento. Sobre el volante decir también que es regulable en altura y en profundidad. En lo que respecta al espacio, los huecos son diversos y todos ellos bastante generosos, empezando por una guantera desde la que, además, podemos desconectar el airbag del pasajero. En los laterales hay espacio para guardar botellas de agua de tamaño razonable y dispone de dos posavasos en la parte central.
Las plazas traseras del Yeti son en general bastante espaciosas, sobre todo las que se sitúan en los extremos y no tanto la plaza central, diseñada para un usuario de pequeño tamaño. Hay bastante espacio tanto para la cabeza como para las piernas y los asientos son regulables de manera longitudinal y también se pueden mover tanto hacia delante como hacia atrás en busca de una posición más confortable. Hay espacio también en la zona central, donde además hay presencia de un sistema de ventilación regulable que también habla muy bien de la funcionalidad del Yeti.
El maletero del Skoda Yeti es sin duda uno de sus mejores argumentos de compra, ya que con 510 litros hay muchísima capacidad para guardar todos aquellos elementos que pueden ser útiles de uso en los usuarios que buscan un todoterreno que sirva a su vez como vehículo para todos los días. Tiene un pequeño escalón que no te debería suponer demasiados problemos y sus medidas le sitúan como el mejor de su categoría junto a otros rivales como el Dacia Duster o el Suzuki S-Cross, tal y como aseguran en km77.