Agradable y divertido
La oferta mecánica para el Skoda Kamiq está compuesta por tres opciones de gasolina y solamente una de gasóleo. Más adelante, podría llegar una versión GNC de 90 caballos. Las potencias oscilan entre los 95 y 150 caballos y no hay opción de tracción a las cuatro ruedas. El motor de gasolina de 95 caballos se combina únicamente con un cambio manual de cinco marchas. El resto de versiones se puede elegir con cambio manual de seis o automático de doble embrague y siete relaciones.
En primer lugar, ofrece un motor 1.0 TSI turbo de tres cilindros, con 95 y 115 caballos. El menos potente homologa un consumo medio de 6,3 litros y unas emisiones de CO2 de 116 gr/km. El de 115 caballos homologa un consumo medio entre 6,6 y 6,8 y unas emisiones de entre 120 y 125 gr/km.
En segundo lugar, la opción más potente es un 1.5 TSI turbo de cuatro cilindros y sistema de desconexión de cilindros. Entrega 150 caballos y anuncia un unas emisiones de 130 gr/km.
El único motor diésel disponible es un 1.6 TDI de cuatro, que entrega 115 caballos. Declara un consumo medio de entre 5,6 y 5,8 litros y unas emisiones de entre 126 y 132 gr/km.
En cuanto a comportamiento dinámico, hay que decir que el pequeño SUV de Skoda sorprende. Es un coche hecho para agradar a la mayoría de conductores, un vehículo cómodo que invita a viajar relajado y que, desde el primer momento en el que uno se pone al volante, siente que tiene todo bajo control. La dirección transmite poco, pero es precisa, las reacciones son muy nobles y es, en definitiva, un buen aliado para largos viajes.
Sin embargo, no es un vehículo que se muestre torpe en carreteras de curvas. No es un vehículo que busque única y expresamente el confort a bordo, sino que se muestra más dinámico que lo que aparenta ser. Las suspensiones tienen el tarado justo para ser confortables, con recorridos precisos para absorber bien los baches, pero no excesivamente blandas. Así que es un coche agradable y, hasta cierto punto, divertido de conducir.