Sencillo y funcional
El interior del SEAT Mii Electric no es muy diferentes de los modelos que se vendían con motor de combustión. Únicamente ha recibido algunos retoques, como por ejemplo, la pieza de plástico que recubre el salpicadero, en un tono claro y que resulta muy agradable a la vista. En ella, aparece inscrito el nombre del modelo y, en el centro, se ubica una modesta pero funcional consola central, con las funciones del climatizador y la radio.
A nivel de equipamiento tecnológico, no podemos esperar grandes cosas pues no cuenta con pantalla y por lo tanto tampoco con Apple Carplay o Android Auto. No obstante, es posible disfrutar de más opciones de conectividad a través del móvil. Para ello, en la parte superior del salpicadero, hay un soporte para colocar el teléfono. El volante es sencillo, sin mandos multifunción y, tras él, encontramos una instrumentación convencional, con diseño de tres esferas y con información sobre la batería.
En general, el habitáculo del Mii eléctrico es agradable, la sensación de calidad que transmite es normal, todas las piezas son de plástico rígido, pero están bien terminadas y ensambladas. SEAT ha priorizado la funcionalidad frente a la calidad, algo que también es lógico en modelos del segmento A
El espacio para los pasajeros es bueno para cuatro pasajeros teniendo en cuenta sus reducidas dimensiones. Tanto en las plazas delanteras como en las traseras, pueden viajar personas de hasta 1,80 metros. El equipamiento en las plazas traseras es mínimo, sin elementos de confort como apoyabrazos, tomas USB o aire acondicionado, algo normal en esta categoría.
El maletero ofrece una buena capacidad, a pesar de ser un coche muy pequeño y además eléctrico. Cuenta con 251 litros de capacidad, dispone de algunos ganchos para sujetar la carga y tiene una buena altura. La boca de carga amplia y la forma vertical del portón ayudan a que sea un maletero muy práctico. Opcionalmente, se puede equipar un doble fondo y más ganchos.