Se pone en forma con su segunda generación
Volkswagen cuenta, tras casi una década después, con una nueva generación de su SUV compacto: un nuevo Volkswagen Tiguan modernizado bajo los estándares actuales de los modelos de Wolfsburg. El uso de la plataforma MQB ha beneficiado al Tiguan, que pese a su interior más espacioso y su línea más agresivo, se ha vuelto más ligero gracias los materiales utilizados en su construcción. La marca alemana ha trabajado en el aspecto de motores enfocándose en una reducción del consumo – no obstante, las mejoras más palpables se encuentran en el habitáculo.
El salto en los sistemas de infoentretenimiento se ha hecho notar en este modelo compacto, colocándose al nivel del resto de la gama Volkswagen tanto a nivel de electrónica como de sistemas de seguridad o de conectividad. Además, los materiales utilizados en este Tiguan gozan de una calidad mucho mayor que en la primera generación, siendo en efecto una versión más reducida de otros gigantes de la marca como son el gran Touran o el todoterreno Touareg.
En el exterior el Tiguan continúa las líneas rectas y cortes agresivos que poco a poco van copando el mercado en diferentes segmentos, incluso en algunos tan alejados de lo deportivo a priori como puede ser el de los SUV compactos. Las líneas redondeadas de la primera generación han dado paso a vértices y una apariencia externa más musculada, similar al cambio que ha sufrido el modelo familiar de Volkswagen, el Passat, en su segmento correspondiente. Esto ha ayudado a su vez a que sea más ancho, contando con más agarre mecánico para sortear curvas.
El vehículo está disponible tanto con carrocería normal como con variante todoterreno, que aumenta tanto el ángulo de ataque como el de salida. Para 2018 llegará además una variante más: con el Tiguan Allspace ganaremos hasta once centímetros más de longitud, siendo además el modelo de Volkswagen que llegará a los mercados de China y Estados Unidos.